Pasear por el bosque forma parte de nuestro día a día. Y no podemos evitar observar con atención los cambios que la naturaleza hace en cada estación del año.
Ahora, en primavera, si el tiempo nos acompaña el bosque está en su máximo esplendor. Los colores son vivos y variados, y está lleno de luz y de vida. Los robles vuelven a tener hoja, una hoja que a Noir et Blanc® nos encanta. La hoja de roble es tierna y de un verde intenso y delicado. Las encinas tienen dos colores, el verde oscuro de la hoja vieja y el verde claro de la hoja nueva que empieza a brotar. Y junto a las incipientes hojas de roble, observamos arbustos de un gran atractivo como son las aliagas. Florecidas y amarillas destacan cuando se encuentran en su mejor momento.
La primavera tiene eso. En aquellos lugares donde parece no haber vida en invierno, ahora está lleno del color de las flores silvestres que esperaban su turno.
Los animales que han pasado el invierno escondidos, salen y empiezan a dejarse ver. Algunos, ya se han emparejado y ahora nacen sus crías, otras, como las hormigas empiezan a trabajar duro.
Estallido de primavera
Pasear por el bosque forma parte de nuestro día a día. Y no podemos evitar observar con atención los cambios que la naturaleza hace en cada estación del año.
Ahora, en primavera, si el tiempo nos acompaña el bosque está en su máximo esplendor. Los colores son vivos y variados, y está lleno de luz y de vida. Los robles vuelven a tener hoja, una hoja que a Noir et Blanc® nos encanta. La hoja de roble es tierna y de un verde intenso y delicado. Las encinas tienen dos colores, el verde oscuro de la hoja vieja y el verde claro de la hoja nueva que empieza a brotar. Y junto a las incipientes hojas de roble, observamos arbustos de un gran atractivo como son las aliagas. Florecidas y amarillas destacan cuando se encuentran en su mejor momento.
La primavera tiene eso. En aquellos lugares donde parece no haber vida en invierno, ahora está lleno del color de las flores silvestres que esperaban su turno.
Los animales que han pasado el invierno escondidos, salen y empiezan a dejarse ver. Algunos, ya se han emparejado y ahora nacen sus crías, otras, como las hormigas empiezan a trabajar duro.
Para nosotros, ¡la primavera es vida!