Dentro del envase de vidrio sostenible, encontrarás cebolla cortada en la juliana
caramelizada a fuego lento con zumo de naranja natural y moscatel, y lo más importante, con auténtica trufa negra (tuber melanosporum) por encima.
Es un producto ideal para los amantes de la trufa al natural y por los que no les gustan los aromas añadidos, porque esta cebolla no lleva ningún aroma adicional que nos recuerde a la trufa o al olor a gas que seguramente has sentido al consumir algún producto que llaman "trufado".
Esto significa que NO sentirás olor a trufa, ya que la trufa está cocida y únicamente hace olor cuando es fresca. La trufa una vez cocida, pierde el aroma, pero surge la magia y se descubre uno de sus secretos mejor escondidos, y es que actúa como potenciadora de gustos.
Te recomendamos que mezcles bien mezclada la cebolla antes de cada uso, para que te quede la trufa bien repartida y la cebolla muy amorosa.
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